Alguién, quién sinceramente no recuerdo, me dijo alguna vez que si quería ser una buena mamá anotara hoy en una libreta todo lo que haría por mis hijos y que mañana, cuando los tuviera, leyera todo lo que había escrito. Así me iba a dar cuenta de cómo pasa el tiempo rompiendo y refinando los pensamientos y que todo, todo cambia. Pero escribir esas ideas al menos me iba a servir para recordar cómo pensaba en ese entonces y tendría alguna excusa para cuando mis hijos me dijeran "¡Es que no te acordás de cuando tenías mi edad, seguro que hacías lo mismo!"
Dicen que los hijos no vienen con un manual para papás, pero tampoco los papás tienen instrucciones escritas en la nuca.
1 comentario:
mmm no conocia tu blog, ojala podamos seguir en contacto igual soy de psicologia y por lo visto congeniamos en gustos... abrazos y visita mi blog
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