jueves, 16 de septiembre de 2010

Soliloquio

Mientras viajaba en un taxi de regreso a mi casa escuché en la estación de radio que traía el conductor una oración en la que pedían por el futuro de Honduras. Esperaban que el auditorio cerrara los ojos, elevara las manos y siguiera la plegaria al pie de la letra, además de acompañarla con su propios ruegos.
Esta prédica grabada hace mucho tiempo, con música de fondo de antaño y con una vocecilla con acento español no me conmovió -como comprenderán- por su contexto, sino porque más allá de ser un rezo al aire, sin destinatario, lo que decían estaba lleno de sensatez. Así que cerré mis ojos (aunque no levante mis manos al cielo) y después de escuchar, adeherí cada una de mis esperanzas para el futuro patrio a las palabras del locutor...

Después de todo como dicen  The Symphony Of Science "Todos Estamos Conectados" y el soliloquio grabado hace décadas, junto con el mío y el de las  personas que obedientes a la radio han cerrado sus ojos y elevado sus manos, ahora forma parte del cosmos para unirse con los átomos del universo, con los átomos de los demás habitantes. En algún momento crecerán sus frutos, mientras tanto como dijo un muchacho por ahí: Aún creo en  nosotros.

1 comentario:

Jorge dijo...

hace mucho que no me da un momento de revelación espiritual así, pero son extrañamente ricos cuando te pasen disfrutalos