domingo, 9 de septiembre de 2012

Conocí un amigo hace un tiempo, se llama dolor
Él me sonrió y yo le devolví la sonrisa
Desde ese momento me acompaña
Es el 4to pasajero en el colectivo que tomo al trabajo
Me endulza el café por la mañana
Y Le pone sal a mi ensalada durante el almuerzo.

Supervisa mi rutina meticulosamente, porque tiene miedo que ella me haga olvidar nuestra amistad.
También le desagrada el tiempo, porque dice que ya le ha traicionado muchas veces.

Yo he aprendido a sentirme cómoda en su compañía
A veces hasta nos tomamos de las manos por la calle
Mas no con los dedos entrelazados, sino con los meñiques mancuernados
Como esas parejas que caminan distraídas en el supermercado.

Supongo que cree que me voy a quedar con él para siempre,
Pero es justo que le deje ir en algún momento.

Y además es cierto que Dolor reposa mucho conmigo,
No tenemos una relación caótica como algunas de sus antiguas.
Así que probablemente él también se canse de mi sosiego y se marche rápido.
Porque eso sí le he dicho, que con sufrimiento yo no puedo convivir.
Y a él parece agradarle muchísimo.
Así que es muy propable que me abandone por alguien a quien le agrade más ser uno de los tres tristes tigres.

1 comentario:

Unknown dijo...

Me gusta!!!! y mas me gusta que tu compañero Dolor te abandone! y le de paso a la Felicidad en tu vida!