sábado, 1 de septiembre de 2012

"La punta de la lengua es un lugar vacío, árido y distante.
Así como todo lo que decís, que viene desde la punta de la lengua, de los dientes para afuera..."

Y mirá que he esperado que tus palabras dejen de sonar vacías y no sucede
creo que me confundí de persona, yo quería un héroe no un mártir.
esperaba acciones trascendentales, no sacrificios.

El problema está en el verbo esperar, que es pasivo, falto de voluntad.

Entonces entre la conformidad y la mediocridad nos vamos quedando, nos vamos acomodando
con cachivaches clavados en la espalda y en la panza, en un colchón con varios resortes brotados.

Ninguno se pone de pie, nadie se rinde o se cansa.
Nuestro estar se volverá obeso y enfermizo. Amargo.

¿Qué podemos hacer vos y yo, si la costumbre nos emborrachó y perdimos el equilibrio para caminar hacia nuestros destinos?

R) Solamente engordarnos con quejas recíprocas y desencanto hasta que nos ahoguemos o nos infartemos de cólera.



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